Quiénes somos
La Escuela de Biodanza de Pereira está compuesta por un equipo inspirado en mejorar, aportar y contribuir al desarrollo de las personas, y llevarlas a un reencuentro consigo mismas, para así, lograr que vivan en el presente con alegría, con relaciones significativas y sostenibles en el tiempo, fortaleciendo su identidad y habitando su cuerpo con aceptación y amor propio.
El núcleo de la afectividad es el vínculo, dado ello, apasionarse por desarrollar la comunión consigo mismo, con el otro, con el entorno y con la naturaleza; respetando todas las manifestaciones de la vida en las personas y en el universo.
Tenemos un enfoque en la educación biocéntrica, que plantea una transformación en los paradigmas de aprendizaje, proponiendo pedagogías activas e involucrando el cuerpo y la emoción como elementos fundamentales para fijar el conocimiento. Este enfoque es aplicable en la academia, en las organizaciones y en las instituciones, porque es una innovación disruptiva de entregar el conocimiento frente al que predomina actualmente.
El sistema de formación se realiza en un espacio en el que las personas pueden permitirse la convivencia con el grupo de formación y la naturaleza; esto genera un desarrollo de habilidades sociales adicionales, ya que no se rompe el proceso y tiene continuidad de una manera orgánica y efectiva. En el lugar se crea un nido afectivo nutricio, que posibilita aún más el desarrollo de los potenciales de cada uno de los participantes del proceso.
El núcleo de la afectividad es el vínculo, dado ello, apasionarse por desarrollar la comunión consigo mismo, con el otro, con el entorno y con la naturaleza; respetando todas las manifestaciones de la vida en las personas y en el universo.
Tenemos un enfoque en la educación biocéntrica, que plantea una transformación en los paradigmas de aprendizaje, proponiendo pedagogías activas e involucrando el cuerpo y la emoción como elementos fundamentales para fijar el conocimiento. Este enfoque es aplicable en la academia, en las organizaciones y en las instituciones, porque es una innovación disruptiva de entregar el conocimiento frente al que predomina actualmente.
El sistema de formación se realiza en un espacio en el que las personas pueden permitirse la convivencia con el grupo de formación y la naturaleza; esto genera un desarrollo de habilidades sociales adicionales, ya que no se rompe el proceso y tiene continuidad de una manera orgánica y efectiva. En el lugar se crea un nido afectivo nutricio, que posibilita aún más el desarrollo de los potenciales de cada uno de los participantes del proceso.